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Renovada, Paola Zubieta vuelve a la TV de la mano de Bolivisión

  Tras dos años de ausencia, Paola Zubieta, uno de los rostros más queridos en la Llajta, vuelve a la televisión renovada, multifuncional y “más madura” en el ámbito profesional. Lo hace de la mano de Bolivisión y como parte del equipo de prensa.

 —Retornas a la televisión de la mano deBolivisión, ¿cómo se dio la oportunidad?

—Bolivisión está apostando por la producción regional, “de Cochabamba para Cochabamba”. Por ello, hace un par de meses, el jefe de prensa Martín Colque me llamó para ver si quería sumarme al equipo de prensa. Ellos habían comenzado ya hace varios meses a engrosar sus filas con este objetivo regional. Yo encantada de ser parte de este nuevo proyecto, Bolivisión para mí significa una oportunidad para hacer un periodismo diferente en un momento crucial para el periodismo en Cochabamba.

—¿Qué funciones cumplirás en esta nueva etapa? 

—Eso es lo que más me gustó de la propuesta de Bolivision: ellos me buscaron y me convocaron como periodista. En el canal, el periodista elabora notas, reportajes, informa en vivo en unidades móviles, edita noticieros y presenta noticias en el estudio. No solo eres presentador o “movilero” o reportero; tienes que estar preparado para ser un periodista completo. Así que cumpliré con muchos roles y podrán verme y ver mi trabajo en variados formatos.

—Eres mamá de dos pequeños que, como en todos los hogares, necesitan mayor atención especialmente con las clases virtuales. ¿Cómo combinarás tu tiempo familiar y laboral?

—El periodismo no tiene horario ¿verdad?, pero en este caso sí porque trabajaré medio tiempo para estar con Facu y Balta por las tardes. Mi esposo, como le corresponde, asume el cuidado de los chicos hasta mi regreso. El matrimonio es un equipo, así que hay cambio de capitán en casa cuando regreso y así los dos podemos cumplir nuestros proyectos profesionales. Mi mamá es el salvavidas cuando la situación es complicada.

—¿Cómo te preparaste para este retorno?

—Sigo preparándome, de hecho, estoy  aprendiendo  nuevos formatos y todo sobre esta propuesta periodística que tiene Bolivision y que es muy distinta a lo que yo estaba acostumbrada. Está claro que vuelvo más grande (ríe) y ello debe implicar volver más madura en lo profesional también.

—¿Cuáles son tus expectativas?


—Queremos ser un referente del buen periodismo en Cochabamba. Queremos que nuestras producciones sean una propuesta distinta, veraz, orientadora y al servicio de la población. Que la gente sepa que puede recurrir a Bolivisión y que encontrará respuestas.


 


—¿Qué temes en este nuevo desafío?


—No estar a la altura de lo que la gente espera, creo que es el miedo de siempre. Nos esforzamos por hacer un trabajo impecable; pero, a veces, pese al esfuerzo, las cosas no salen como esperabas y la gente es implacable. El miedo es normal, mientras sirva para dar lo mejor de ti y no como un freno de mano.


 


—Aún fuera de la TV no pudiste dejar las pantallas, a través de tu página en Facebook estrenaste “Charlas sin formato”. Cuéntanos sobre ese proyecto.


—“Charlas sin formato” es una aventura que iniciamos con un excompañero de trabajo, Arturo Ocsa, otro apasionado por la TV. Estábamos atraídos por el “streaming”, yo quería hacer entrevistas de temas que a veces se tocan muy por encima en la TV (por factor tiempo) y él maneja muy bien el tema audiovisual; así arrancamos los dos “Charlas sin formato”. El proyecto quedó parado por dos razones: había comenzado los acercamientos con Bolivisión y luego me enfermé con Covid-19. Parado, pero no perdido (ríe). Volveremos a las aventuras en redes y espero que pronto. Hay mil temas que tenemos en agenda.


 


—Pasaste por momentos duros este mes. El virus llegó a tu hogar, ¿cómo lo superaron?

—Fue Dios, atención médica oportuna y el amor incondicional de nuestras familias. Yo me contagié y contagié a mi esposo, mis hijos afortunadamente no enfermaron. Yo tenía algunos síntomas, pero la peor parte la llevó Daniel (esposo de Paola), que colapsó en la segunda semana. Fue Dios, quien nos ha sanado. 

Sólo la persona que ha enfermado con Covid-19 o ha estado cerca de un familiar contagiado, sabe la magnitud de esta enfermedad. No sólo es el dolor físico y la soledad de mantenerte aislado, es sobre todo la parte emocional; hay mucha ansiedad, preocupación y miedo porque sabes que la enfermedad mata. Lo has visto en familiares, amigos y conocidos. Ni qué decir de lo económico, Dios gracias teníamos el sustento para cubrir todo, que es carísimo. ¿Qué hace la gente que vive al día? ¿Qué hacen los que están graves? ¿Qué pasa cuando enferman los papás y deben aislarse de los hijos? Estoy segura que una persona que enfermó con Covid-19 tiene ahora más empatía con el otro y si no es así seguimos mal.


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