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Glenda Umaña en Santa Cruz

Con una pantalona negra y una blusa blanca llegó Glenda Umaña a la cita pactada con la prensa. Su maquillaje demostraba lo sencilla que es la reportera de la cadena internacional CNN. Un rímel, delineador en los ojos y brillo en los labios adornaban su rostro que irradiaba felicidad y emoción al ver la marea de medios de comunicación que esperaban por ella. Accesible, humilde e inteligente así es Umaña, quien no por ser una persona reconocida a nivel mundial se le han subido los humos a la cabeza. Ella es el fiel ejemplo de una mujer que tiene los pies bien puesto sobre la tierra.
Su llegada a Bolivia es meramente de trabajo ella está pasando cápsulas de lo que es la Expocasa, por la cadena CNN, donde se muestra el talento de los arquitectos bolivianos. Eso sí, en su rato libre Glenda aprovechó para visitar la tienda de su amiga Liliana Castellanos, quien es la encargada de vestirla en sus programas que se emite en varios países. El Día aprovechó a conversar con esta grande del periodismo, no escondió nada, habló de su familia, del trabajo y hasta del presidente Evo Morales.

¿Cuál es la clave para ser una mujer sencilla a pesar de ser reconocida en el mundo?
No hay clave. Mi trabajo es muy bonito y me da un cierto status, no por eso me voy a creer más que otras personas. Dios nos encomienda a cada uno una labor, lo importante es cumplir la voluntad del Señor, el reconocimiento de la gente es muy bonito, pero algo pasajero y yo no puedo vivir de eso. Lo más importante es cultivar la relación con Dios y las personas que uno quiere.

A pesar de que ser una mujer pública, ¿cómo ha hecho para llevar 32 años de matrimonio?
Tengo que reconocer que el gran apoyo de mi esposo fue primordial, sin él no hubiera llegado a ningún lugar. Antes de ingresar a la televisión él me decía "manda las cintas a los canales de televisión, llama a los medios de comunicación" y me daba el empuje. El miércoles cumplimos 32 años de casados, no te digo que todo es color de rosas, porque también hay momentos difíciles, yo les digo a las parejas que tengan respeto.
Uno tiene pleitos por problemas en la casa, pero siempre tiene que reinar el amor de Dios.

¿Una pareja se debe ir a dormir enojada?
Dicen que no. Pero yo quiero decir la realidad, a veces uno se acuesta bravo (risas). Lo importante es reflexionar y se debe pedir perdón y conversar es algo tan simple, con la pareja, se debe ir madurando. Yo me casé muy joven y peleaba con mi marido de todo, pero al día siguiente todo era diferente y conversábamos sobre el problema.

¿Qué perdió al ser una mujer pública?
Lo veo como un beneficio de acercarte a las personas y a mí me gusta mucho conversar con la gente. Siempre aprendo mucho de las historias del público.

¿Alguna vez ha recibido amenazas?
No directamente. Es importante que los periodistas que estamos expuestos al peligro denunciemos los abusos.

¿Qué le falta preguntarle al presidente Evo Morales?
Muchas veces le hemos hecho entrevistas, pero me falta preguntarle cómo es Evo en su hogar, algo más familiar, nada de política. Ahora sé que es imposible porque están en temporada de elección.



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