Maricruz Ribera encontró todo en La Paz. Además de muchas cosas nuevas, la Sede de Gobierno le dio la oportunidad de crecer profesionalmente, de ser una mujer independiente, de conocer nuevas amistades y tal vez lo más importante para una mujer que aspira a ser feliz: a su “amor”, al alcalde Luis Revilla, con quien se unirá en matrimonio en diciembre próximo.
LG: Se especuló que te casarás el 21 de diciembre, ¿es cierto?
M: No es el 21 (ni el 16 de noviembre como recientemente trascendió), pero será en diciembre (risas) antes de Navidad.
LG: ¿Cuál es el defecto que más te costó aceptar de tu futuro esposo?
M: Cuando una mujer está enamorada, no encuentra los defectos todavía (sonríe).
LG: ¿Cuál es el detalle más lindo que ha tenido contigo?
M: Regalarme rosas un día cualquiera sin ser una fecha especial, sino sólo porque quería decirme que me quiere.
LG: Y tú, ¿eres detallista con él?
M: Yo sí, no son grandes cosas, son pequeñas palabras, un mensaje te puede cambiar el día, te puede alegrar la mañana, eso sí, estoy pendiente de que esté bien, que se sienta cómodo, de que sepa que estoy enamorada de él y que quiero que esté feliz conmigo.
LA: ¿Cuál es la pelea más tonta que tuvieron?
M: Por una foto que se filtró y que nunca debió filtrarse (risas).
LG: Quién es más celoso, ¿tú o él?
M: Él, me va a matar (risas).
LG ¿Cómo será tu matrimonio?
M: Una linda boda con los amigos y familiares más cercanos dentro de las posibilidades de ambos. Estamos organizando todo a mil por hora (risas), tenemos bastante stress en algunas cosas porque hay que ver que entre en nuestro presupuesto, estamos viendo la lista de invitados que, si bien no son muchos, a veces sin querer se van sumando (risas) y no sabemos qué vamos a hacer.
LA: ¿Cuántos hijos quisieras tener?
M: Me gustaría dos de acá a dos años.
LG: ¿Qué sientes al casarte con la primera autoridad de la ciudad de La Paz?
M: Voy a ser la esposa de Luis Revilla, no del alcalde, me estoy casando con la persona y estoy muy feliz. Entiendo el rol que él tiene como alcalde y en lo que pueda apoyarlo, lo voy a hacer. Hoy lo hago, los fines de semana lo acompaño a la presentación de las obras y soy feliz de hacerlo porque creo que la gente lo recibe bien y le gusta ver que lo apoyo y que disfruto de las actividades que él también hace.
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