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Gabriela Oviedo “Todo lo que hice me trajo a este momento; soy más fuerte, más madura”

La miss Bolivia 2003 y presentadora de televisión Gabriela Oviedo habla de su forma de entrevistar en La revista de Unitel, su estilo de vestir y mucho más en esta entrevista


eis de la mañana. Unitel empieza a emitir su primer programa del día, La revista. La espigada Gabriela Oviedo Serrate, con toda la sobriedad que la caracteriza, saluda y en minutos comienza a entrevistar a sus invitados. La mujer, que en 2003 se llamó miss Bolivia, se ha consolidado en la televisión, después de 14 años. Su estilo de vestir, su voz neutra, su belleza enigmática y su forma incisiva a la hora de hacer preguntas la han convertido en la mujer del momento en la pantalla chica.

Recientemente un video de ella entrevistando a la presidenta del Concejo cruceño Angélica Sosa se hizo viral y hasta tuvo un meme divertido inspirado en Los Vengadores. “Soy la presidenta del Concejo”. “Es una funcionaria pública”. Eso se leía. Esas frases fueron un hit durante varias semanas. Gabriela se rio y respondió amablemente en su Facebook. Pero no ha sido la primera vez en la que puso en apuros a un invitado.

Por ese sofá blanco del set pasaron varios funcionarios públicos. Algunas veces la exmodelo logra una respuesta “clara” ante la pregunta directa y otras veces, no, porque varios lograron irse por la tangente. Sin embargo, ella presiona, acorrala, no pestañea y no se deja.


Una de sus fuentes de información para estar ‘bien’ preparada es EL DEBER. Todos los días lee el Diario Mayor y una vez hasta ‘colgó’ una fotografía de ella con el periódico más influyente del país en su cuenta de Instagram donde la siguen casi 100.000 personas.

Se siente como pez en el agua trabajando en un medio. Y se siente‘más feliz’, porque está empezando a participar en el proceso de producción de la información. No solo presenta las noticias en Telepaís, sino que investiga, programa y trabaja en la edición de las notas.

¿Cómo llegó a la TV?


Cuando fue miss Bolivia tuvo mucho contacto con los medios de comunicación y le llamaba la atención el trabajo, detrás de las noticias. En 2005 asistió a un casting en Full TV. Fue seleccionada y empezó a presentar el sector de espectáculos de un programa matutino.


Después estuvo a cargo del noticiario. Al tiempo pasó a las filas de Bolivisión también como presentadora de notas. En 2011 fue invitada por Unitel y hoy es una de las principales figuras de la ‘red roja’ y conduce dos programas, La revista y Telepaís.

Entrevistas a políticos


De 36 años. Ahora cumple con su labor de periodista. “Solo pregunto lo que la gente del otro lado de la pantalla quiere saber. Creo que cumplo con mi misión”, dice acerca de su manera de interrogar. Sabe que no es fácil esa tarea, por ello se prepara antes de cada entrevista. Además, tiene el apoyo de sus jefes y del equipo de prensa de Unitel.

Sobre el incidente con Angélica Sosa subraya: “Quedé muy sorprendida con la reacción de la gente, con lo viral en que se convirtió la entrevista y con los memes que se crearon al respecto. Mi intención no era crear polémica, porque ese no es mi estilo ni mi rol en la tele”.

No es una celebridad



La gente la reconoce en la calle. Le piden autógrafos, se toman fotos con ella, la saludan, le dicen que es simpática y la felicitan. A pesar de ello, no se siente famosa o una mujer influyente en Bolivia. Cree que su vida es como la de cualquier mujer que trabaja todos los días y que tiene una familia.

Cuida mucho su imagen. Está pendiente de todos los detalles en su vestuario, peinado y maquillaje. Se define como una mujer clásica, sencilla y sobria. No le gusta la extravagancia ni llamar la atención con su ropa. Cree en la premisa de que ‘menos es más’. Afirma que hay que saberse ‘ubicar’, dependiendo de a dónde se va y en qué horario. Para ella el protagonista de los noticiarios no son los presentadores, sino la noticia.

Sobre las noticias


Gabriela se define como una persona muy sensible. Revela que muchas noticias que ella misma presenta, la afectan, pero no lo puede demostrar en la pantalla, porque tiene que transmitir serenidad.

Como presentadora de televisión, ¿qué noticia ‘ideal’ le gustaría anunciar? Responde: “Que se acabaron las filas -en la madrugada- de las personas vulnerables en las afueras de los hospitales públicos. Me duele ver a las mujeres embarazadas, con niños en brazos o personas de la tercera edad durmiendo a la intemperie y esperando obtener una ficha para una consulta médica”.

¿Y cuál es el tipo de noticia que no le gusta presentar? Expresa que son aquellas relacionadas con la agresión que sufren las personas, sobre todo las mujeres y los niños. “Afortunadamente Unitel no presenta notas que afecten la sensibilidad del público”, agrega. Sobre si prefiere entrevistar o ser entrevistada, indica que son “circunstancias distintas”. “Lo que hace que una experiencia sea buena o mala es la preparación con la que se asume cada rol”, encierra la idea.

Otros formatos

Aunque se siente muy bien en su rol, no descarta trabajar en otros formatos televisivos, como un programa de solo entrevistas. Tiene el apoyo de sus jefes inmediatos y de sus colegas. “Esto es nuevo para mí (sobre la producción de noticias) y me está gustando. Es apasionante estar en todo el proceso de la información”, expresa.

No se corre de las nuevas oportunidades. “Me encanta entrevistar, descubrir cosas y aportar en la resolución de algunos problemas. No quisiera restringirme a temas políticos o de seguridad. Me gustaría entrevistar a personas de otros ámbitos”, señala.

Es consciente de la responsabilidad que tiene al presentar una información y de las consecuencias que puede causar la noticia, por lo que, junto a su equipo de producción, tienen mucho cuidado con el tratamiento del material.

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De su vida

Salió bachiller del colegio Domingo Savio en 2000. Era la mejor estudiante de su curso y estaba becada. Siempre le gustó leer y estar informada de todo, no solo de lo que sus maestros dictaban en la clase.

Ingresó a la UPSA y cursó Comercio Internacional, pero tuvo que dejar esa carrera, porque fue elegida miss Bolivia y sus compromisos con el concurso no le permitieron seguir estudiando. Cuando terminó su reinado y, gracias a una beca, ingresó a la Utepsa. Ahí obtuvo el título de licenciada en Marketing y Publicidad.

“Estudiar algunos semestres de Comercio Internacional me sirvió de mucho en mi trabajo para la TV. Conozco bien los términos y definiciones de Economía y Política. Así puedo hacer mejores entrevistas”, explica. Gabriela tiene dos hijos, Isabella (14) y Maximiliano Zankiz (8). Son lo más importante de su vida. Todo lo que hace es pensando en ellos.


Ella, solo ella

Vestida de manera muy sencilla, de jeans, una blusa blanca y zapatillas deportivas, con un maquillaje casi imperceptible, es reconocida por la gente. Ella agradece por los piropos y una vez más insiste: “No me siento famosa, pero valoro el cariño del público, porque eso significa que les gusta el trabajo que realizo”. Ha aprovechado todas las oportunidades que se le presentaron en la vida. “Creo que hay que capacitarse, que los retos se deben enfrentar con conocimientos, con preparación, para no defraudar”, completa.

Sobre la imagen elegante que refleja en la pantalla chica, añade que “por suerte” la línea de la casa televisiva a la que ella pertenece, coincide con su sobriedad. Así es ella, la dama elegante de la ‘caja boba’. Alta (1.82 m) y hermosa. Se cuida en las comidas, elige verduras y frutas. Es cruceña. Fue miss, estudió, se preparó y ahora es una de las figuras más destacadas de la televisión nacional.

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El reinado

Gabriela Oviedo reconoce que haber ganado el Miss Bolivia, en 2003, le cambió la vida. En el Miss Santa Cruz 2003 no figuraba en la lista de preferidas para ganar una corona. Pero fue en su presentación en traje de gala cuando todos pusieron sus ojos sobre ella.

Deslumbró con un vestido celeste y un gran collar de cristales. Obtuvo el título de srta. Litoral y la corona principal del certamen nacional. Esa vez el concurso se celebró en el teatro Gran Mariscal de Sucre. Ya era conocida y favorita. Había afinado su figura, caminaba con elegancia por la pasarela y lo más importante, se desenvolvía muy bien.

Fue precisamente eso lo que le encantó al jurado calificador, que le dio la corona del Miss Bolivia. Valoraron en ella su nivel cultural, su forma de hablar y la seguridad que tenía al contestar las preguntas. Se dijo que fue una oruga que se convirtió en una mariposa.

De ser una chica sencilla y algo tímida, se convirtió en una bella mujer, que brillaba con luces propias. Para ella el título de miss Bolivia fue una plataforma que le abrió muchas oportunidades y que solo dependía de ella saber aprovecharlas. Ella le sacó el jugo.

Y poco a poco llegó a la tele. “Todo lo que hice en mi vida, me trajo a este momento, me convirtió en la persona que soy ahora. Soy más fuerte, más madura y más empática”, asegura. Participó en el Miss Universo 2004, en la capital de Ecuador, Quito.


Comentarios

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  2. ¿MADURA? esperemos que sea así, y no vuelva a repetir la metida de pata de 2004, pero a veces difícilmente se puede hacer cambiar a quien ya tiene una mentalidad retrógrada y poco desarrollada (su segregacionismo lo dice todo)

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