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Lucía Navarro: La valía de una mujer está en su capacidad



La periodista y conferencista Lucía Navarro, quien fue presentadora en la cadena televisiva CNN, llegó a Bolivia. La motivadora dio —junto con otras emprendedoras exitosas de Bolivia— un ciclo de charlas para apoyar a las pequeñas y medianas empresarias del país.

Red Mujer, Mi Aliada es el nombre de la conferencia organizada por el Banco Económico, la cual se desarrolló en las ciudades de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. A su paso por la sede de gobierno, Navarro, dinámica y carismática, conversó con mía sobre su proyecto de apoyo motivacional y de empoderamiento a las mujeres emprendedoras.

mía— ¿Qué es empoderarse desde su punto de vista?

Lucía— Empoderarse es reconocer que tengo poder y tengo que empezar por conocerlo yo misma antes de pedirle al resto del mundo que lo haga. Es comprender las habilidades que tengo, comprender la capacidad que tengo y entender que poseo las mismas probabilidades, las mismas posibilidades y las mismas facilidades de lograr mis metas que tiene un hombre.

mía— ¿Qué podría decir acerca del empoderamiento de la mujer latinoamericana?

Lucía— Yo creo que hemos avanzado muchísimo. Sin embargo, nos falta un largo camino por recorrer. Sobre todo, culturalmente en América Latina aún hay muchas barreras que superar. Todavía queda mucho de la cultura del machismo, no hay suficientes leyes que protejan los derechos de las mujeres. Hay empresas que las despiden luego de los cuarenta años o no les dan trabajo después de esa edad y eso es un grave error, porque ni siquiera aprecian el valor y la plusvalía que tiene una mujer en sus corporaciones.

mía— ¿Cuáles son esas barreras que impiden empoderarse, según su punto de vista?

Lucía— Un factor que impide el empoderamiento es la limitación que nosotras mismas (las mujeres) nos ponemos al no creer que somos capaces; al permitir que otros tomen ventaja de nosotras y al no exigir que sean respetados nuestros derechos. Estos derechos son derechos humanos, son básicos y no nos los están regalando. Las mujeres somos tan importantes como los hombres, tan inteligentes como ellos y, repito, es una lástima que muchas empresas en América Latina no acaben de reconocer que las mujeres —aunque tengan cuarenta años o cincuenta— son valiosos elementos para sus corporaciones; somos poderosos agentes de cambio.

mía— ¿Qué se necesita para tomar una decisión tan importante como la que tomó al dejar CNN?, una cadena destacada, un trabajo que muchos quisieran.

Lucía— Yo tenía ganas de hacer cosas por mí y para mí. Pero, sobre todo, para darle a las mujeres de América Latina otras cosas: darles sueños para que emprendan, para que sean valientes, para que luchen por sus derechos y que no se dejen intimidar, todo eso me llevó a tomar la decisión de comenzar mi emprendimiento. Hoy, tengo una empresa en la que me dedico a dar conferencias, charlas de empoderamiento femenino. También hago ponencias a nivel corporativo sobre temas relacionados con el desarrollo humano.

mía— ¿Tuvo miedo al momento de salir de CNN?

Lucía— Claro que sí. Tuve miedo y sigo teniendo miedo, porque no es fácil aventurarte a algo cuando sabes que no va a haber un cheque cada 15 días.

mía— ¿Cómo está superando ese cambio?

Lucía— Yo no valgo como periodista por estar o no estar en CNN. Yo valgo como periodista porque soy buena periodista. Yo valgo como mujer no por estar en una empresa de medios. Yo valgo como mujer porque soy mujer y porque tengo mucho que aportarle al mundo. Yo no puedo darme un valor a partir de una empresa. El valor me lo doy yo por la capacidad que tengo de darles a los demás.

mía— ¿Cuáles son los retos de los periodistas de la vieja escuela frente a las redes sociales?

Lucía— Primero y antes que nada, el reto para los nuevos periodistas es aprender de los viejos, porque tienen que conocer de dónde vienen para saber a dónde van. Aunque crean que solo deben saber sobre redes sociales, tienen que conocer qué había antes para entender qué es lo que está pasando ahora. Y los retos para los periodistas de antes son seguir adelante y reinventarse, porque si no lo hacen, el mundo los va a dejar atrás. Si uno quiere el oficio debe seguir haciendo cosas por ese oficio, debe ver cómo se están haciendo las cosas ahora y hacerlas de esa forma. El consejo que daría a los de la ‘vieja guardia’ es estudiar y actualizarse respecto a cómo editar, cómo manejar las cámaras, cómo manejar las redes sociales. A los nuevos... entender lo que hacíamos antes.

mía— ¿Qué desafíos conlleva ser periodista y mujer en un mundo virtual?

Lucía— Saber cuál es la manera adecuada de comunicarle a la gente el mensaje a través de los medios, y para eso es necesario reinventarse, es necesario usar y aprender las nuevas formas de comunicación. Hay maestrías, cursos y tutoriales gratuitos que podrían tomar.

mía— En lo mental, profesional y físico, ¿cómo podría reinventarse una persona?

Lucía— Uno tiene que descubrir sus habilidades y luego preguntarse qué va a hacer con ellas. Una de las habilidades que tengo es hablar en público. Yo quería transmitir un mensaje a las mujeres y se presentó esta maravillosa oportunidad de hacerlo, de reinventarme dando conferencias. Tocó un momento extraordinario con este proyecto de Red Mujer, Mi Aliada, del Banco Económico, para poder transmitirles a las mujeres de Bolivia el mensaje de que son capaces de reinventarse, de emprender sus proyectos y de salir adelante. Es un proceso para enseñarles a cambiar su manera de verse a sí mismas.

Fotos: Miguel Carrasco



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