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Gabriela Zegarra: “No me cuelgo de la fama de él”

Fuera de la televisión, son lo que podría llamarse una pareja dispareja. Carlos Marquina tiene 31 años y Gabriela Zegarra 21. Él es diminuto, ella más alta y con una figura muy bonita. Eso sí, la chispa es la misma. Son iguales de ocurrentes, razón suficiente para que la pantalla chica posara sus ojos en ambos.

Con ese inigualable sentido del humor, Gabriela dice que son algo así como la versión criolla de JLo y Marc Anthony, entiéndase el mujerón con el flacuchento.

Viven juntos desde hace tres años y medio y tienen una niña de tres. Sumado a eso, pasan mucho tiempo uno con el otro, con sesiones de grabación en Red Uno hasta de diez horas continuas. Él trabaja en El Mañanero, Juga2 y Bigote, mientras que ella forma parte del equipo de Bigote y de Juga2. En este último programa son rivales, y ella aprovecha para 'carachearlo' cada que puede, aunque jura y perjura que solo lo 'hachea' frente a las cámaras, y que en casa todo es distinto.

Reconocen que están en un gran momento profesional y que tratan de sacarle el jugo lo mejor posible, a pesar de que les roba mucho tiempo con su hija y como pareja, más allá de lo laboral. “Estoy un poco saturado de tiempo, pero agradecido por el trabajo y las oportunidades que me da el canal”, dice Marquina, y ella complementa: “A veces no hay mucho tiempo para aprovecharlo en pareja y lo poco que tenemos es para estar con nuestra hija o ir de compras con ella”.

El rato más íntimo es en el auto. Dice Gabriela que no aprende a conducir a propósito, para que él le converse mientras maneja y deje descansar el chat. Es que viven metidos en las redes, ya que tienen su propio emprendimiento, un reality llamado Los Marquina, que tiene como plataforma el Facebook y que muestra una parte de su rutina.
Aseguran que no tienen problemas con la sobreexposición de su vida privada, aunque saben que siempre tiene un precio. La estrategia es mostrar actividades fuera de casa, previo consenso, y mantenerse alejados de los escándalos.

Lo disimulan muy bien ante las cámaras, donde todo parece paz y amor, pero Gabriela acepta que es muy celosa. Y ante la pregunta de qué opina al tener en la misma red a Laura Lafaye, la ex de su pareja, ella dice que todo está resuelto. “Los tres somos personas maduras. De hecho, cuando ella entró al canal, habló conmigo y me dijo que quería que exista una química de trabajo. Obviamente la respeté y así lo hacemos. No es que seamos grandes amigas, pero existe el respeto”, dice ella.

Si bien la imagen que venden en pantalla es la del pocholo y la malvada, Gabriela dice que ambos toman decisiones que les convengan como pareja. “Eso se demuestra en nuestro reality”, argumenta.
Y sobre lo que dicen de que ella se colgó de la fama de él, tienen un discurso listo: “Lo han dicho muchas veces, pero esto es un trabajo de dos, como una pareja de verdad”, responde ella

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