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Para Ninozka Crespo es “complicado pero no imposible” combinar su rol maternal con su labor de presentadora de noticias

A pesar de que todos los días se levanta a las 4:45 de la madrugada y, en el mejor de los casos, se acuesta cerca de la medianoche, Ninozka Crespo siempre luce radiante, tanto en televisión como en su hogar.

¿El secreto? es “apasionarse con lo que uno hace”.

Y es que Ninozka es una persona que considera que las mujeres no deben descuidar lo profesional por lo maternal, ni viceversa.

Por eso ella, en la medida de sus posibilidades, intenta equilibrar ambos roles, aunque reconoce que el último, ser madre, es más complicado que el primero.

“Las horas laborales terminan, pero eres mamá las 24 horas del día”, señala, a tiempo de indicar que una madre debe estar con sus hijos cuando éstos enferman, lloran, se levantan, en fin. “Es un rol sin horario”, acota.

En su caso, le es casi imposible cumplir el rol de ama de casa en horarios convencionales, pero eso no quiere decir que no lo haga.

Cuando se levanta, 4:45 de la madrugada, además de alistarse para ir a presentar las noticias en La Primera de la red ATB, Ninozka deja preparado el desayuno para su hijo de cuatro años, José Adrián Aguilar Crespo y para su esposo. Luego se marcha al canal.

Tras cumplir sus funciones en ATB, cerca del mediodía recoge a su pequeño del pre-kinder y ambos retornan a su casa para almorzar.

Ninozka apenas tiene entre 15 y 20 minutos para preparar el almuerzo, así que, sin mayores complicaciones, prepara la comida favorita de Adrián: brócolis.

“Nuestros menús de cada día son: asado con brócolis, milaneza con brócolis, nuggets con brócolis”, dice riéndose.

Tras esto, Ninozka lava el uniforme de su hijo, luego le ayuda a hacer sus tareas. Cuando llega las 18:30 vuelve al canal.

Luego de presentar las noticias, llega a casa a planchar la ropa de su hijo y de su esposo, ordenar su casa y demás. Se acuesta cerca de la medianoche, “soy un zombie”, dice pero confiesa que es feliz con lo que hace.

“mi negrita me dice mi hijito, y ese mimo me derrite”

“Mi princesa”, “mi negrita”, son algunos de los mimos que Adrián Aguilar Crespo usa para referirse a su mamá Ninozka Crespo. Cuando su hijo usa esos mimos “te derrites, todo pasa a un segundo plano”, confiesa la presentadora de televisión.

Así como Adrián es dulce con su mami, también es travieso, “no puede quedarse quieto ni un minuto”, dice Ninozka.

Cuenta que cierta ocasión Adrián manchó el piso con talco y para que su mami no se diera cuenta de lo sucedido, intentó pintarlo con betún de judea. A pesar de esa y otras travesuras, Ninozka considera que el amor por su hijo no tiene límites, “puedo dar la vida por él”, concluye.

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