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Glenda Umaña, Periodista y Presentadora: “Me iba llorando al trabajo” dama de las noticias

No hubo cena a la luz de las velas, ni pétalos de rosa en su cama, Glenda Umaña Hidalgo (52) celebró 32 años de casada en una bonita habitación de hotel, pero sola. A pesar de que en Santa Cruz la trataron con cariño y recibió muchas atenciones, le tocó pasar una fecha tan romántica sin su ‘otra mitad’, Manuel Araya, ya que estaba a kilómetros de distancia, atendiendo un compromiso profesional. Pero así es la vida de esta ‘tica’ madre de familia, esposa y periodista.

Glenda prefiere los tacos bajos, la música romántica (Eres tú, de Mocedades, es su favorita), la ropa de diseñador (en especial si es de la boliviana Liliana Castellanos) y acude a misa todos los domingos para recibir la eucaristía.

Es quizás la costarricense más internacional que tiene su país, gracias a los 26 años de trabajo en televisión y a los 17 que lleva en CNN.

Estuvo de visita por segunda ocasión, llegó de la mano de Julio César Caballero, del Instituto Latinoamericano de Conocimiento, para dar una conferencia. Para Ellas aprovechó su estancia para hablar de cosas de mujeres y en el desarrollo de la conversación quedó claro que es una persona muy profesional, exitosa, pero ante todo, una mujer de carne y hueso con los mismos problemas de la mayoría de las féminas que se han visto en la terrible disyuntiva de elegir entre la casa o la calle para hacer realidad sus aspiraciones personales.

Sí, a Glenda Umaña, la presentadora de noticias y conductora de Café CNN, también se le hizo un nudo en la garganta muchas veces cuando dejó a sus niños llorando en la puerta para irse a trabajar; y en más de una ocasión se sintió inhibida en el mundo laboral porque trataron de ‘serrucharle el piso’.

Sin aires de diva y extremadamente sencilla, la periodista habló desde el corazón sobre el rol de la mujer, los retos que debe enfrentar, las estrategias que debe utilizar para salir airosa y lo malo de los extremos del machismo y del feminismo.

Tampoco escondió su admiración por Malala, Gabriel García Márquez y el papa Francisco. A continuación la entretenida tertulia con esta guapa e inteligente dama, que no necesita demasiado maquillaje ni mucha producción para sentirse segura por donde camina.

Siendo periodista ¿alguna vez le serrucharon el piso?
¡Claro! pero uno tiene que saber de qué está hecho el piso.

En el inicio de mi carrera me inhibía mucho, me desenvolvía en un ambiente machista y realmente no sabía cómo actuar. Aprendí, pero antes de eso incluso me enfermé.

No necesariamente debemos de pelearnos, pero cuando vemos un comportamiento nocivo repetitivo no hay que callar, hay que hablarle en privado a esa persona que nos hace daño y hacérselo notar estando con la cabeza fría y no enojada.

Hay que tener siempre claro que no hay barreras para nosotras.

¿Su esposo la conoció estando ya en este oficio?
No, yo tenía 18 años cuando nos conocimos, me casé a los 20 y a los 23 fui mamá. En ese tiempo yo soñaba con trabajar en la calle, reportear, pero el trabajo de periodista es muy demandante y yo no quería dejar a mis hijos. Recuerdo que me iba llorando al trabajo; en esos primeros años me limité bastante profesionalmente tratando de conseguir horarios de medio tiempo por defender el espacio familiar; aunque yo añoraba en mi corazón reportear, que es lo que me ha gustado siempre.

A las mujeres que están pasando por esto, como yo lo pasé, les digo que hay muchas áreas en las que queremos desenvolvernos, pero sigue siendo el área familiar la más importante. Gracias a Dios hoy en día en muchos hogares llevar la casa es una labor compartida con el esposo y así debe ser.

Como yo, deben conseguir que su pareja comulgue con esa visión, que las respete y las impulse. ¡Ojo! que no todas las mujeres quieren estar fuera de su casa y las respeto porque sigo pensando que la labor de casa es la más importante y la más difícil.

¿Cómo fueron flechados por Cupido?

Teníamos un grupo de amigos en común y ellos nos presentaron. Él me contó que ya me tenía entre ceja y ceja cuando paseaba por los pasillos en la Universidad de Costa Rica. Yo lo conocía de vista, porque cuando estaba en quinto grado (colegio Metodista), él estaba en quinto año.

¿Cómo piensa recompensarlo por este aniversario que tuvieron que festejar a la distancia?
Ya sabíamos que no íbamos a poder estar juntos, pero de aquí no me voy a EEUU, me voy a Costa Rica para celebrar juntos con mis hijos porque será el cumpleaños de mi esposo.

Pasando a otros temas ¿Qué piensa de Malala?

Lo resumo en valentía e inspiración. Esta niña nos ha demostrado que a pesar de su edad tuvo ese valor para defenderse y para ser ejemplo y revolucionar en esa parte del mundo, donde la mujer es vista diferente.

¿Y de Gabriel García Márquez?

El legado que nos dejó, especialmente a los periodistas por su forma de escribir y de describir, es invaluable. No lo conocí personalmente, lamentablemente, pero es innegable que es una referencia para todos los periodistas y una lectura obligada para cualquier persona, no solamente en español.

En su programa se esmeran por mostrar noticias positivas, ¿qué puede decir sobre lo que está pasando en Gaza?

Me da mucha tristeza lo que ahí está sucediendo, si tuviera que ponerle nombre diría: sufrimiento, desacuerdo, sangre...

¿Qué le provoca el papa Francisco?
Lo resumo en amor genuino, es un ejemplo e inspiración.

¿Cuál es su concepto del feminismo?
Yo creo que hay que tener cuidado con ese término. Las mujeres merecemos que nos respetemos, primero antes que nada, entre nosotras.

No estoy de acuerdo con los movimientos puramente feministas, yo creo que tenemos mucho que dar, poseemos un valor especial y debemos exigir respeto, pero también motivarnos entre nosotras, porque a veces no somos solidarias con otras mujeres.

Debemos respetar las distintas situaciones en las que están, ayudarnos, hay mucha soledad, lo digo porque me llegan muchas cartas de mujeres diciendo que están deprimidas, que no tienen trabajo, que se sienten solas.

¿Y qué diría del machismo?
Es falta de educación. Hoy en día eso no va, bueno, nunca ha ido, pero todavía hay mucho machismo en la sociedad y creo que la manera de criar a los hijos influye.

Hay mucho machismo dentro de las mismas mujeres, en especial entre las de mayor edad que fueron criadas con otros conceptos.

Al final se despidió al mejor estilo de su país, pronunciando el tradicional ‘pura vida’ con toda su energía


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