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Maricruz y Luis Revilla buscan ser padres

La casa del barrio Achumani se encontraba más alborotada que de costumbre, pues llegaron la madre y la hermana de Maricruz para acompañarla en la celebración de su cumpleaños en la noche, sumando a eso que estaban de aniversario matrimonial.

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, y Maricruz Ribera, conductora de ATB, cumplieron seis meses de casados, que celebraron al día siguiente de la entrevista bailando en el Gran Poder. Este 2014, Maricruz cerró su promesa de danzar tres años. Se cumplió uno de sus deseos (los demás prefiere guardárselos): encontrar a un hombre bueno.

El 2015, después de que pase la campaña electoral, encargarán un bebé. “Estamos practicando”, dice él; “harto para que salgan boningos”, agrega ella. Ambos sueñan con tener dos niños, mejor si de una sola vez, considerando que tienen antecedentes familiares. La madre del alcalde paceño es melliza, y el abuelo de Maricruz también.

Dieron la entrevista a mediodía, sentados en la sala de su blanca casa, la misma que sacaron a crédito antes de comprometerse. “Fuimos socios antes de casarnos”, dice el alcalde.
En total llevan un año juntos, seis meses de cortejos y seis como esposos. Se conocieron en el peor momento, cuando Maricruz perdió a su padre en el derrumbe del edificio Málaga. Entonces no pasó nada, pero Maricruz sabía que tenía pendiente una charla con el alcalde para agradecerle el apoyo.

Quiso el destino que ella, queriendo dejar atrás las tristezas, recibiera una propuesta de ATB para trabajar en la sede de Gobierno y se rencontrara con el alcalde, cuando él iba al canal a dar entrevistas, en una de las cuales, antes de salir al aire, dejó escapar un “¡qué mujer más linda!”, olvidando que tenía el micrófono abierto. Después vinieron invitaciones a tomar café, confesiones de lo que deseaban para sus vidas, noches de karaoke en el departamento que compartía Maricruz con dos amigas (que fueron sus testigos de boda), para evitar la persecución, pues no sabían si la relación iba a funcionar. “Tú sabes cómo es la prensa”, aclara Luis Revilla.

Él tiene 42 años y ella 33, creen que tienen la madurez suficiente para que la relación funcione, ya que ambos vienen de atravesar divorcios. “Es cuestión de chip, decidimos casarnos para que funcione, para hacer las cosas bien, sabemos cómo se arruinan las cosas. El divorcio viene por la falta de compromiso”, dice Maricruz.

La vida del alcalde y la exreina del Carnaval cruceño se desarrolla con sonrisas, en una casa donde todo es para dos (dos bicicletas para los fines de semana, dos colchonetas para ejercitarse, dos trajes para bailar en el Gran Poder, dos pares de guantes para el kick boxing de mediodía, etc.); en un hogar donde hay reglas, entre ellas dar tres vueltas a la manzana si se llega de mal humor y tener prohibidos los celulares en el almuerzo.

A mediodía comen juntos, en las noches, cuando el alcalde tiene actividad, o los fines de semana, ella lo acompaña de forma sagrada. “Sabe que mi familia está lejos y trata de llenar ese espacio, es cariñoso”, dice la cruceña que una vez al mes se "roba" a Luis y lo trae a Santa Cruz. “Estoy feliz de conocer más, a veces la gente es muy prejuiciosa en ambas partes, aprendí sobre la manera y las razones para hacer las cosas, tengo muy buenos amigos”, dice el alcalde enamorado



Comentarios

  1. Decir que buscan un hijo, es un eufemismo para:
    Este cuate no se termina de sacar la arrechura con su mujer y se la pone a cada rato.

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