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Con morenada y taquirari, los novios festejaron en losTrillizos

"¡Que vivan los novios!”, gritaba la gente, poco antes de que el alcalde Luis Revilla y su flamante esposa, Maricruz Ribera, llegaran al Puente Libertad, donde comenzó el tradicional recorrido de los recién casados.
Días antes de la boda, los novios habían anunciado su recorrido por los Puentes Trillizos e invitaron a los paceños a que les acompañen. La pareja arribó ayer a las 12:15 al ingreso del puente, que une las zonas de Llojeta y San Jorge.
Allí, un grupo de mujeres llevaba un arco de flores, dos piñatas en forma de campanas y dos copas de champán para celebrar la unión, mientras que un grupo de músicos interpretaba ritmos autóctonos.
Detrás de la pareja, se acomodaron seis señoras vestidas con trajes de damas antiguas. "Somos las damas de honor de los novios”, exclamaron.

"Lucho, felicidades”, "que Dios los bendiga”, "que vivan los novios”, "que sea en buena hora”, gritaban cientos de personas, quienes acompañaban el paso de la pareja con mixtura, pétalos de flores blancas, azúcar y arroz.
Dolly Quijarro esperó a los novios desde las 10:30. Cuando los vio esquivó al personal de seguridad y corrió a darle un beso al alcalde. "Es un hombre bueno. Él me ha ayudado con mi niña que tiene síndrome de Down”, contó.
Cuando la pareja estaba a punto de llegar a la mitad del primer puente, una banda de músicos la sorprendió con una morenada. "Que bailen los novios”, demandaron los asistentes. En ese instante, Ribera y Revilla se soltaron de la mano y comenzaron a moverse al ritmo de las matracas.
"Un taquirari, un taquirari”, luego gritó la gente. En ese instante, los músicos cambiaron el ritmo de la morenada por el popular Viva Santa Cruz. Mientras los novios pasaban, la gente se acercaba con regalos, canastones, plaquetas y botellas de whisky, entre otros.
Con un oso de peluche gigante en las manos, Trinidad Morales, vendedora del mercado Lanza, sorprendió a la pareja. "Éste es mi regalo. Quiero mucho al alcalde y no podía faltar a su boda”, sostuvo emocionada.
Morales y sus compañeras brindaron con el alcalde y su esposa. En ese instante un grupo de mariachis les dedicó una serenata. Ya en el ingreso del Puente Unión, que une la zona de San Jorge con la avenida Los Leones, los esposos fueron sorprendidos por el retumbar de las trompetas de la banda Poopó. Acto seguido, Ribera y Revilla comenzaron a bailar otras morenadas y el taquirari Collita.
"Lucho y Maricruz un solo corazón”, gritaban las vendedoras del mercado Camacho, quienes esperaban a los novios con 24 arcos de flores rojas.
"Estamos felices de que los novios compartan con el pueblo”, sostuvo Mercedes Collo, una de las vendedoras. Más bandas y mariachis siguieron el paso de los novios.
"Estamos felices por el cariño de la gente y por compartir este momento con ellos”, sostuvo Revilla, quien tenía la cabellera cubierta de mixtura y flores.
"Que alce a la novia”, pidió la gente y sin dudar, Revilla levantó a su esposa. Luego, la pareja escribió sus deseos en un papel amarrado a una docena de globos. "Estoy sorprendida por el deseo de la gente. Me esperaron para bailar morenada y la música de mi tierra”, agradeció Ribera.
"Se casó el alcalde más churro”, vociferó Cecilia Bernal, quien para desear suerte a los novios les lanzó monedas de dos centavos. Al llegar al Puente Independencia, los novios fueron sorprendidos por fraternos de la morenada Catedráticos, quienes acompañaron a la pareja hasta el final del recorrido. Ni la lluvia, que comenzó a caer, opacó la felicidad de los flamantes esposos.

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